domingo, 7 de octubre de 2007

Quiero...


Quiero despertar, fingiendo que fue más que un sueño.

Quiero pretender que es irreal la melancolía que me envuelve a tu partida, la incerteza de mi presencia en tu mente, la certidumbre de tu voz en mis oídos cuando estás ausente.

Quiero que mis manos, sustitutas de las tuyas, abran nuevos caminos en mi piel, para enseñarte a seguirlos y prolongarlos en tu cuerpo.

Quiero que el deseo deje de ser el medio por el que llegas a mí, para no ser más que el dulce resultado de la espera de dos almas que se buscan y ansían entregarse hasta quedar vacías y sosegadas.

Quiero dejar de pensar que el momento de la despedida llegará, y nuevamente tendré que recomenzar la búsqueda o alargar la espera.

Quiero dejar de sentir miedo de cerrar la puerta a tus espaldas, y no volver a sentirme así otra vez.

Quiero dejar de sentir miedo de tenerte, y no saber qué hacer cuando te vayas.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tantos deseos...

Siempre he penseda que no es positivo desear o querer tantas cosas a la vez por que, eso puede generar muchas frustraciones al no verse cumplidos nuestros "sueños", por que no me gusta sentirme frustrado. Claro esta que esta idea es valida solo cuando muchos de estos deseos dependen de circunstancias ajenas, a nuestras capacidades de resoluciones de los problemas.
Lo positivo de tus letras - creo - es que muchos de tus deseos dependen de ti, o al menos encontrar la respuesta a ellos.

Por otra lado, que buena onda que desees tantas cosas como esas y que afortunado el el objeto de esos deseos.

Cariños

Anaïs dijo...

Espero de corazón que tus deseos se (os) cumplan. Gracias por tus visitas.
Besos.