domingo, 25 de noviembre de 2007

Exijo una explicación! ¿?

Mucho tiempo botado este blog. Se supone que iba a ser algo así para desahogarme, expresarme, así media escondida del mundo porque no me agrada andarme haciendo propaganda, porque es para mí, egoístamente, no quiero compartirlo más que con la gente que de una u otra manera se ha encontrado con esto. Últimamente me han pasado cosas que valdría la pena compartir y no he querido hacerlo, así que aquí está esto, abandonado por falta de tiempo y de “inspiración”, por qué no.

He vuelto de un viaje corto a mi ¿tranquila? Valdivia. Mi destino era la costa de la V Región pero debía pasar por Santiago, ciudad que conozco la nada y cada vez que voy me gusta menos: demasiado caos, demasiada gente, demasiada prisa, demasiado ruido, demasiados miedos típicos de niñita sureña acerca de los asaltos y la delincuencia. Agradecí estar de vuelta al fin, hasta que supe que el mismo día que viajaba yo al centro de Chile y del caos mi tía había sido asaltada, acá, en mi serena y provinciana Valdivia, donde nunca pasa casi nada, a las 6 de la tarde y en la calle Picarte, la principal de la ciudad. Ella no se acuerda de nada, ni del rostro de los tres malditos ni de lo que pasó, sólo recuerda que defendía su cartera y las cosas que había comprado un momento antes en el supermercado, forcejeando con los vándalos, y luego, se vio tirada en medio de la calle, a riesgo de que un vehículo la arrollara, pero con todas sus cosas, no habían logrado arrebatárselas pero ahora está en la casa en cama, adolorida, llena de moretones, chichones y con la moral por el suelo. Huelga decir que nadie la defendió, aunque había más gente alrededor.

Hoy al llegar por la mañana, pasé por el lado del puente Pedro de Valdivia y me sorprendió ver la cantidad de basura que había allí, ya que ayer hubo un evento relativo a la Teletón, con gente “famosa” que venía a hacer su show en la capital de la nueva Región de Los Ríos. Totalmente lleno de bolsas plásticas, cajas de jugo y de vino, botellas desechables, papeles, envoltorios de snacks, en fin, lo que uno pueda imaginarse, y la gente contratada por la Municipalidad trabajando un domingo a las nueve de la mañana para recoger los desechos de los ciudadanos.

¿Cuál es la relación en todo esto? Pues bien, ni siquiera es una crítica lo que trato de hacer, es sólo la duda que me cabe y que la encuentro razonable: ¿Es la misma gente que comete todos estos actos, la que pide que se respeten sus derechos cuando estos son vulnerados? Si es así, ¿en qué momento cumplen con los deberes que les corresponden? ¿Son los mismos que protestan tan vehementemente contra Celco por su contaminación, por el proyecto de la represa en el Río San Pedro, argumentando daño al medio ambiente y una posible baja en la calidad de vida de los valdivianos? Si es así, no entiendo tanta incoherencia ni falta de consecuencia con lo que se plantea y lo que se lucha, como si no fuera un “daño ambiental” el hecho de que la gente no tenga ni la más mínima decencia en por lo menos, guardar todos sus desechos y llevarlos hasta el basurero más próximo, el centro está lleno de botes de basura, no comprendo tanta comodidad e inmundicia. Y si hablamos de calidad de vida, el hecho de no querer salir tarde o andar temerosos caminando aún en calles concurridas por miedo a los asaltantes, que dicho sea de paso, no tienen el mínimo de criterio para pensar que la víctima a la que atacarán es una persona que no se gana las cosas gratis, eso no habla de que la gente tenga una vida de calidad; gente como mi tía trabaja día a día para obtener lo necesario para vivir y el dinero no le sobra en lo absoluto.

Me da lata que tanta gente se llene la boca de que protestan por una causa justa y salgan a la calle a manifestarse, y luego incurran en estos otros actos. Que todo el mundo hable de la supuesta solidaridad y responsabilidad social, pero sigan teniendo actitudes irresponsables y egoístas. De que haya gente que se queja de que nunca hay eventos masivos de diversión en nuestra ciudad, pero es en esto en lo que terminan, ni los lobos marinos que llegan hasta el helipuerto ensucian tanto en un día como lo hacen en sólo una tarde un grupo de espectadores humanos “civilizados”. Que los vándalos que no dudan en asaltar en patota a una persona indefensa y quitarle de manera fácil y cobarde el dinero que ha conseguido con esfuerzo, sean los que alegan por la discriminación y el abuso de poder por parte de la policía. Que a fin de cuentas, hablen de valores pero siguen viviendo en la Ley de la Selva y la política del mínimo esfuerzo.

Mis padres me inculcaron estos valores positivos y también temores (que son siempre negativos), desde que soy pequeña. Trataron de hacer el mejor esfuerzo por educarme e instruirme para que yo me convierta en una persona de bien. Reconozco que me apesta salir a protestar con pancartas y manifestaciones, o que a veces no doy a conocer mis opiniones cuando son controversiales, en ambos casos, porque pienso que con aquello no se consigue nada. Varias veces me han tildado de cómoda, de poco solidaria, de apática, de cobarde, de pasiva!, por no alegar cuando debo hacerlo y de esa manera, supuestamente, hacer que las cosas mejoren; sinceramente, prefiero quedarme con esa imagen ante los demás si ser lo contrario implica ser tan poco congruente y tolerante. Creo que es un acto más efectivo de solidaridad respetar las reglas básicas del sentido común, como darle el asiento en la micro a la señora que viene cargada de paquetes, utilizar la escalera y dejar el ascensor libre a quienes realmente lo necesitan en un edificio concurrido, avisarle al conductor que se le quedaron encendidas las luces del auto, devolver la billetera o el celular encontrado en el colectivo a su dueño, o si tenemos miedo de actuar llamar ocultamente a carabineros cuando alguien es asaltado o una casa invadida, y tantos que se me ocurren que la lista es larga. Los buenos actos empiezan por casa, por invertir tiempo que es nuestro para mejorar el metro cuadrado que nos rodea, pero esto es difícil si todavía hay personas que piensan que han hecho su parte porque dejaron 5 lucas en la cuenta de la Teletón o del Hogar de Cristo, o porque salieron a protestar solidarizando por cualquier causa que puede ser o no la propia, y se creen la raja porque los mojó el guanaco o les llegó una lacrimógena y le cuentan a todo el mundo lo contestatarios y proactivos que son, y luego ni se inmutan en tirar un papel al suelo y dan estos malos ejemplos a sus hijos. Todos conformes y felices porque Valdivia es Región, yo realmente no sé bien qué es lo que eso implica, pero si esas son las acciones de los valdivianos, no veo los beneficios por ninguna parte, ni visualizo a Valdivia como un lugar mejor de lo que es, sino todo lo contrario.


Foto: Luis Santibáñez

domingo, 7 de octubre de 2007

Quiero...


Quiero despertar, fingiendo que fue más que un sueño.

Quiero pretender que es irreal la melancolía que me envuelve a tu partida, la incerteza de mi presencia en tu mente, la certidumbre de tu voz en mis oídos cuando estás ausente.

Quiero que mis manos, sustitutas de las tuyas, abran nuevos caminos en mi piel, para enseñarte a seguirlos y prolongarlos en tu cuerpo.

Quiero que el deseo deje de ser el medio por el que llegas a mí, para no ser más que el dulce resultado de la espera de dos almas que se buscan y ansían entregarse hasta quedar vacías y sosegadas.

Quiero dejar de pensar que el momento de la despedida llegará, y nuevamente tendré que recomenzar la búsqueda o alargar la espera.

Quiero dejar de sentir miedo de cerrar la puerta a tus espaldas, y no volver a sentirme así otra vez.

Quiero dejar de sentir miedo de tenerte, y no saber qué hacer cuando te vayas.



lunes, 1 de octubre de 2007

Listas incompletas (que nunca estarán completas)

Lista de cosas que odio

- Tener que explicar por enésima vez la misma cosa a la misma persona, cuando ésta me ha ignorado en el momento de la explicación.
- Que me pregunten si estoy enojada cuando es evidente que lo estoy.
- Que afirmen que estoy resfriada porque estornudé la única vez en el día (que no saben que estornudar es una manera de despejar las vías respiratorias?)
- A los neuróticos que tocan la bocina sin parar en un taco. Con eso no lograrán que pase la congestión.
- A los desconsiderados que se ponen a hacer maniobras con su vehículo a altas horas de la madrugada o un domingo por la mañana, llámense bocinazos, ruidos de motor y reparaciones varias. Lo mismo con los carpinteros nocturnos.
- A los indeseables que todo el tiempo aseguran que en causas como la Teletón o la campaña del sobre de los bomberos se reúne dinero que no será empleado para los fines que son objetivo y que los organizadores se roban la plata. Si lo creen así es su problema, pero no tienen por qué andar tratando de convencerme a mí ni a los demás. Su opinión no me interesa.
- A los que lloran por dos o tres pesos del vuelto en el supermercado, cuando les preguntan si desean donarlos a una institución de beneficencia. Están en su derecho de reclamarlos, pero eso no les da motivo para echarle la foca a la cajera.
- A la gente que alega con un funcionario de mando medio por no cumplimiento de un servicio, con palabras groseras. No piensan que es un ser humano que sólo cumple con su trabajo y le pagan por hacerlo de esa manera.
- Que me concedan un pedido de malas ganas. Prefiero que me digan NO sonriendo, que SÍ regañando.
- Que cuando pregunto algo me den respuestas circulares (onda “¿Qué es la difusión de la luz?” respuesta: “Es cuando la luz se difunde a través de un medio”).
- A los reporteros que hacen una nota en terreno luego de un maremoto, terremoto, aluvión, inundación o catástrofe del estilo, y le preguntan a algún afectado: “¿Cómo se siente?”… Para eso estudiaron cinco años en la Universidad?
- Los que se olvidan de los cumpleaños, pero se sienten si no los saludan para el suyo (aplicable para todo tipo de fechas importantes)
- Cuando tratan de arreglarme la vida, cuando sólo necesito ser escuchada.
- Que me hagan regalos costosos. Me hacen sentir abrumada y en deuda con el obsequiante.
- Las demostraciones amorosas explícitas en los lugares públicos, o en momentos no apropiados para eso (por ejemplo, en una clase, charla, restaurante, micro, etc.)
- Que les metan susto a los niños con el mal de ojo, el viejo del saco, los insectos o cosas similares.
- Que les den características humanas negativas a los animales que son depredadores, como que la orca es la ballena asesina (además no es ballena), que el leopardo es salvaje porque mata gacelas, o que el tiburón es sanguinario y le gusta comer hombres. Y peor, que convencen a niños y a gente ignorante de que los animales de este tipo son “malos”.
- A los hombres que hacen comentarios y bromas despectivas con respecto a la menstruación, ya que no piensan en cómo se verían o qué harían ellos con su “herramienta” sangrante por cinco días cada mes. Tampoco escogimos tener el síndrome menstrual, si los hombres no nos soportan es cosa de darse la vuelta e irse lejos hasta que se nos pase, pero nosotras tenemos que soportarnos igual durante todo el día.
- En general, a todos los que hacen comparaciones ridículas acerca de cuál sexo es superior, y los que hablan de “igualdad” entre hombres y mujeres. No puede haber igualdad posible, ambos sexos son equivalentes y complementarios. Punto.
- Que en vez de decirme simplemente: “Quiero que esta sea la última vez que nos veamos”, salgan con el típico “Yo te llamo”. (Será por ahorrar palabras? o.O)
- Que le den taaaanto crédito a Pablo Neruda, pero que ni sepan quién fue Vicente Huidobro, ni tampoco se acuerden que Gabriela Mistral también se ganó un Premio Nóbel.
- Conocer al hombre que siempre esperaste encontrar, y que al darte cuenta de ello casi inmediatamente te enteres de que tiene novia (y claro, no la engañará contigo ni con nadie, o dejaría de cumplir los requisitos de tu prototipo de hombre ideal).
- A la gente que critica a la farándula, a los noteros y televisión abierta en general, pero no se pierde Primer Plano ni S.Q.P., compra todos los días La Cuarta o LUN y se sabe al punto el último movimiento de Pato Laguna o Marlen Olivari.
- Que en Chile ganen más plata minas descerebradas, teñidas a lo taxi y con pechugas plásticas, que mujeres en uso activo de sus neuronas pero menos agraciadas físicamente porque pasaron todos esos años estudiando que en el gimnasio o en el quirófano.
- Que MTV ya no sea ni la sombra de lo que fue, que haya pasado de ser un canal de música diversa, donde se pasaba de lo más popero a lo más transgresor, tratando de reflejar lo que “la juventud” escuchaba y pensaba en cada época, a ser un reducto de valores trastocados y nos bombardee con imágenes y palabras de minos y minas huecas, que vendría a representar “el espíritu juvenil” actual (Y si esto es así, debo pensar que la juventud ya me ha abandonado?).
- A los pendejos de mi edad, o más chicos, que salen a “protestar” cada 11 de septiembre, haciendo destrozos en la vía pública, poniendo barricadas, robando y demás actos vandálicos, y que si carabineros les pone un dedo encima los acusan de “abuso de autoridad”, o peor aún, son menores de edad de 17 años que “no tienen discernimiento”.
- Que se prohíba la venta de la pastilla del día después y censuren los anuncios acerca del uso del condón, alegando resguardo a los valores, para luego, pasar a la Marengo bailando el koala y las niñas “ligeras de ropa” del Morandé con Compañía… de qué valores estamos hablando?
- A los idiotas que se declaran enemigos acérrimos del aborto, pero son los primeros en cerrar las puertas del mundo laboral y académico a las adolescentes embarazadas. Porque, claro, a esa edad ellos no incurrían en esos actos impúdicos, y sus hijos actualmente tampoco lo hacen.
- Que la Ley de Murphy sea infalible a tal punto que hasta ella misma falle en ciertas ocasiones.
...

Si no existieran el mundo sería menos infeliz (o al menos, nadie lamentará su ausencia)

- Fernando Solabarrieta, con sus comentarios mamones y su “¡Vamos Chile, que se puede!!!”.
- Pablo Longueira, ojalá Jaime Guzmán se lo hubiera llevado de un ala al otro mundo, a hacer política en el “más allá”.
- Raquel Argandoña, que vendería a alguno de sus hijos a cambio de una entrevista de televisión de un par de millones.
- “Lindorfo” Jiménez, cualquier veterinario mediocre podría dar información más veraz acerca de “la naturaleza”. Lástima que su programa lo ven mayoritariamente niños.
- Steve Irwin… ah, de veras que ya se murió, y ni siquiera se lo tuvo que comer un cocodrilo.
- El weón que clonó casi veinte mil tarjetas bancarias, como si su profesión de ingeniero no le diera para ganarse la vida, pobrecito, y le robaba a gente que seguro son trabajadores de oficio y la plata no les sobra.
- A Sebastián Piñera, que habla de jubilaciones para las dueñas de casa en su campaña presidencial, pero no pudo negarlo cuando le espetaron que le pagaba el mínimo a sus trabajadores. Eso sí es ser consecuente.

...


domingo, 2 de septiembre de 2007

"El motor que mueve al mundo" (?)

Dedicado a mi camarada Andy, alias Rozamel (directamente desde Maracaibo), alias Copérnico, alias...... el más fraternal y anti-light-co de todos, ya que éste texto se debe a ti. Si vieras esto, estoy segura que con tu humor particular entenderías perfectamente el sentido del post y de la fotografía adjunta... porque ambos vivimos "bajo la marca de Caín", ya nos reencontraremos a su debido tiempo.


La verdad es que los últimos acontecimientos que se hiperventilan en la prensa, por estos días en este sabrosón terruño del fin del mundo, me han arrojado a ciertas reflexiones, inevitables por lo demás, que quise volcar en estas líneas, abandonando por un momento mi lucha revolucionaria y mi compromiso con el “Sueño Chavista”. Eso de que la Kenita Larraín*** vuelve a reencontrarse con el (presa de ponche) Chino Ríos después que este “campeón de la insensibilidad”, como lo retrató ella, la dejara abandonada a su suerte en Costa Rica, en medio de un feroz accidente, muy confuso por lo demás, pero no por ello menos tragicómico, nos dejó sorprendidos. Mi acromegálico sentido común, me hizo esbozar frente a esta “noticia”, la populachísima expresión: “Vaya, debe ser el Amor, nada más ni nada menos”. Me desdoblé, me escuché a mí mismo, y admito que no fue mi mejor momento de reflexión. En fin. Y no se trata tampoco que me esté afectando una sobredosis fulminante producto de una inyección a la vena de culebrones como Corín Tellado, y otros afines de esa sub-literatura. No. Una inflexión del ser quizás, al decir Aristotélico. No creo. Ni eso. La cuestión de abordar el tema del amor, ya lo sé, es, a priori, una vulgaridad, un puto lugar común, uno de los tópicos más manoseados de la literatura y la ciencias afines de la sicología y la sociología. Pero qué va.

Desde “caída la noche de los tiempos”, filósofos y artistas han tratado el asunto con obsesiva-compulsiva insistencia, y probablemente no haya habido nunca un solo ser humano que, llegado a la edad de la razón, si es que existe tal cosa, no le haya dedicado al tema una buena cantidad de seseos.

Todos creemos saber del amor, todos creemos entender algo del amor. Y, sin embargo, continúa siendo una materia viscosa-alquitranada, el reino de la confusión y lo enigmático. El paraíso para esos eternos confundido(a)s que pululan a destajo por “el ancho y ajeno Mundo”, como diría Ciro Alegría.

Las dificultades comienzan desde el principio, obvio, a la hora de definir el alcance mismo de la palabra. En general cuando nos referimos al Amor sin más, no solemos estar hablando de esa emoción imprecisa y amplia que engloba a los hijos y a los amigos, sino al llamado amor sentimental entre dos personas. Dicho amor singular se solapa con la idea de la pasión, de pasiones concretas, historias luminosas o terribles de personajes más o menos célebres, parejas de la antigüedad o coetáneas que rozaron el Cielo y el Infierno.

Hablar de la pasión, es referirse al Caos. A Amazonas de sangre escarlata desbordando nuestras caudalosas venas y arterias al solo roce y contemplación del Otro. ¿Qué es lo que define a la pasión, cual es la característica sustancial que nos hace reconocerla? ¿Tal vez un ingrediente sexual desenfrenado? Pues no, porque existen las pasiones platónicas, los amores galantes de los trovadores, el Quijote con su Dulcinea, la Beatriz de Dante. Se diría más bien que la esencia de lo pasional es la enajenación que produce: el enamorado sale de sí mismo y se pierde en el otro, mejor dicho, en “lo que imagina del otro”. En jerga informal, se dice “...Fulano está chalado por esa mujer”, o mejor aún “está empotado con ella...” y viceversa.
Porque la pasión, y éste es el segundo rasgo fundamental, es una especie de Nirvana Sensual tapiado a la rápida, que se OXIDA A VELOCIDAD LUZ en contacto con la siempre inoportuna Realidad. La pasión parece exigir siempre una alta dosis de frustración, la imposibilidad de cumplimiento de lo ensoñado, en definitiva. Como decía el ensayista suizo Denis de Rougemont en El amor en Occidente, “el amor feliz no tiene historia. Sólo el amor amenazado es novelesco”. Por supuesto: las perdices siempre se comen fuera del libro, una vez terminado el cuento. Y añade Rougemont que los poetas cantan al amor como si se tratara de la verdadera vida, “pero esa vida verdadera es la vida imposible”.

Platón decía que Eros, el dios del amor, poseía una doble naturaleza, según fuera hijo de Afrodita Pandemos, la diosa del deseo carnal, o de Afrodita Urania, de los amores etéreos. Esta Afrodita era una divinidad de armas tomar; poseía unos poderes tan inmensos que, encabronada con Zeus por una tontera, se vengó de él: le obligó a perseguir ninfas y mujeres mortales, descuidando así a su esposa Hera. De modo que ya los antiguos estaban convencidos de que la fuerza enajenante del amor era capaz de poner en ridículo hasta al mismísimo Rey de todos los Dioses.

La pasión nunca aprende: siempre es idéntica, intacta, irreflexiva. “Pero cómo es posible que vuelva a estar haciendo otra vez a estas alturas las mismas huevadas”, suele bufar nuestra razón, espantada, cuando esperamos durante horas una llamada de teléfono que no llega jamás. “Es que yo no aprendo”, se queja el amante dolorido; y está en lo cierto, porque el amor permanece impermeable a la categórica experiencia. Todos hemos hecho tonterías por pasión, o amor, drogados en sus vapores agridulces, pero ni siquiera nos damos cuenta, si no bien transcurridos los días de enajenación. Pero, claro, es un poder tan imponente que produce devastaciones históricas. Como la Guerra de Troya, por ejemplo. La conclusión: un campo regado de cadáveres ilustres despanzurrados (Héctor, Aquiles, Patroclo, Paris) y un testimonio épico que luego estructuró “La Iliada”. Y toda esa cagada a consecuencia de un simple estremecimiento del corazón. Una calentura, en buenas cuentas.

Habría que navegar también,en el tema de la infidelidad y de las relaciones a tres bandas, una fórmula extremadamente común en el amor. René Girard (Mentira romántica, verdad novelesca) explica que el deseo siempre es triangular; que sólo deseamos lo que algún otro desea, hasta el punto de buscar que el amado sea infiel para poder renovar nuestra pasión por él. No es difícil que el(la) amante, le diga al otro: “Metete con ella(él)... poh, mmm no sabes cómo te veo ahí”, azuzándolo con un deleite enfermizo y maniático, todo para volver a sentir COMO la primera vez, como el drogadicto que busca su primigenia sensación de marasmo químico, el primer saque.

De manera que amar, a lo que parece, significa enajenarse, drogarse, perderse, buscar lo inalcanzable, desdeñar lo factible. Y este comportamiento es manifiestamente patológico, pero debe de responder a una necesidad muy básica y profunda del ser humano. Todas las pasiones son iguales y todas son al mismo tiempo diferentes, porque varía el escenario, las necesidades de cada cual, la manera en que nos enfrentamos a la felicidad y la desdicha. Andan allá afuera muchas patologías dando vueltas con faldas o en portafolios. Los amores perversos.

Y qué decir de esos amores perversos, como el del pintor Oskar Kokoschka, que, fuera de sí porque Alma Mahler (la esposa del compositor) había dejado de ser su amante, mandó construir una muñeca de tamaño natural que se le pareciera y convivió con ella durante cerca de un año, contratando incluso a una camarera para que la vistiese. Algo similar se aprecia en el osado filme gore alemán “Necroromantik”, en que una pareja de vivos, lleva a su cama a un cadáver (con fauna y flora cadavérica incluida) para renovar su alicaída pasión. O en la enfermiza y sadomasoquista pasión de los protagonistas de “Blue Velvet” del maestro del cine David Lynch. O como el celebérrimo caso de don Pedro I de Portugal e Inés de Castro. Don Pedro, heredero del trono portugués, acudió a la corte castellana para recoger a su prometida, la infanta Constanza, pero se enamoró de Inés de Castro, una bastarda emparentada con el rey de Castilla. Don Pedro se llevó a Portugal a las dos mujeres y tuvo tres hijos con Inés. A la muerte de Constanza, que era la esposa legal, Pedro se casó con Inés en secreto. La boda indignó de tal modo al rey Alfonso IV de Portugal, padre del príncipe, que mandó asesinar a la buenaza Inés. Entonces don Pedro le echó la foca a su padre, y tras diversas intrigas palaciegas, ya fiambre éste, ascendió al trono con el nombre de Pedro I. Para entonces ya hacía doce años que Inés había fallecido, pero lo primero que hizo el rey Pedro fue liquidar a los ejecutores de su mujercita, y lo segundo desenterrar el cadáver de su amada, vestirla con ropas majestuosas, sentarla en el trono junto a él y obligar a la Corte a desfilar ante las piltrafas repugnantes rindiendo honores. Vaya qué visión.
Esos amores perversos nos envuelven con su prosa, su empalagosa poesía, bajo sensuales faldas cortas, ojos atiborrados de brillo siliconado, cuerpos atléticos de machos alfas, una conversación inteligente de uno no tan alfa, la promesa de lo prohibido, la turbiedad disfrazada a veces, de modernidad imperante y libertad de sexo a mansalva, entre innumerables otros lugares comunes.

Todos (ingenuos) tendemos a creer que el prójimo es capaz de vivir esa plenitud que a nosotros mismos siempre nos es esquiva: el amor absoluto, la dicha completa. Craso error. La plenitud es un espejismo traicionero en el medio del sequísimo Neguev y los humanos somos seres precarios por definición. Incluso los llamados grandes hombres (entre los que hubo también muchas grandes mujeres) suelen tener vidas sentimentales desastrosas en cuanto entramos al detalle. El propio genio de Einstein y el insegurísimo Kafka vivieron relaciones sentimentales terribles y crueles de los que hay testimonios que ahora salen a la luz desde papers amarillentos sacados desde huraños sótanos del tiempo, llenos de escarabajos tamaño natural.

Lo último que leí era que se había descubierto que el Sistema Límbico, aquella selva profunda axónico-dendrítica del Cerebro en que tienen sus orígenes las emociones como lo son la pasión y más dudosamente la del amor, funciona con las reglas de la Física Cuántica (Planck) y no con la reglas de la Física Clásica ( Newton- a estas alturas, Einstein), de modo que hasta desde ese prisma se puede concluir que es un tema en el que hay mucho paño que cortar aún, quizás nunca pierda su misterio. Kenita y el Chino Ríos*** estarían dentro de las reglas de la Física Cuántica, y no dentro de las leyes del mercado económico, como dicen algunas lenguas de erizo.

Sigo pensando que ese amor es posible. Para qué perder las esperanzas.

Y quizás si ese no es el encanto último de la montaña rusa del vivir.




***
El texto fue redactado en Octubre de 2005, de ahí
el carácter mediático de la pareja retratada como ejemplo.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Te conviertes en un jugador peligroso, cuando conoces lo que quieres

Primero la mentira, luego el desengaño, después quizá el auto-engaño, posteriormente la confrontación, seguida del dolor y la vergüenza (en forma de humillación, ¿o será que son sinónimas en ciertas ocasiones?); finalmente, y muchísimo después, la resignación…

Hoy, con propiedad puedo decir la tan trillada frase “he cerrado este capítulo y doy vuelta la página”


[Todo lo que sucede es hijo de la ley de causa y efecto.
Si pongo la mano en el fuego y me quemo, no diré que mi quemadura fuese un castigo de la naturaleza por mi inadvertencia, sino simplemente que me queme por inadvertido.

El castigo no existe.

FIN DE LAS MENTIRAS A MEDIA
al menos te quedo claro, ESO ES BUENO.

Hay cosas que uno dice y son verdades y otras, que son mentiras. Las mentiras no conducen a ningun lado, solo hacen más daño.
Hay personas que mienten para no dañar al otro y otras con el solo fin de inflingir mas dolor.
no mas mentiras en este jueguito sucio que aceptaron seguir.]


Sí existe el castigo… no he sido más castigada ni fustigada por nada tan terriblemente como por mi conciencia… fueron dos años de latigazos agudos de dolor, tanto que mi corazón ya estaba anestesiado casi, no había más lugar donde poner una nueva llaga… y sólo lo noté al final, cuando tuve que meter mano en ellas y retirar las costras para que sangren y así eliminar todo ese material putrefacto de amargura que me intoxicaba por dentro, y así poder purgar mis culpas, y todo el mal que me causé a mí misma y a otra persona también, sólo que no podré conocer nunca los alcances de ese daño y ese dolor… y las mentiras, que acaso callarse es una manera de mentir también? Mentira por partida doble, qué horrendo es engañarse a sí mismo, saberme utilizada y descartada como un pañuelo desechable luego de ser usado, pero así y todo justificar a ese alguien que sólo me manipuló para sentirse en las nubes mientras me ahogaba en el lodo de la desolación, sola, tragándome todo en soledad porque ¿qué caso tiene compartir con alguien esa vivencia? Nadie podría adivinar siquiera lo que se siente sin haberlo vivido, es tan fácil emitir juicios y ver la paja en el ojo ajeno, el dolor acumulado es peor que la tortura, no hay forma de escapar de ese agujero, cualquier espectador me habría acusado de locura, masoquismo, falta de amor propio, y en esto último no estaría equivocado, ahora lo pienso y es ridículo, pero se llega a un nivel de bajeza tal que hasta pensé que más nadie podría amarme, que nadie podría jamás hacerme sentir así otra vez, que aquello que sentía era realmente el amor, ese enamoramiento enfermizo que no es más que el síndrome de abstinencia de un vicio que no puede ser satisfecho, ya que sólo hay indiferencia y ausencia y espera interminable y angustiosa… castigo autoinfligido, yo misma me condené a recibirlo, todo es hijo de la ley de causa y efecto. Mentir para no dañar al otro, es eso posible? Existe la mentira para echarle tierrita encima al desastre que de a poco va quedando, existe la mentira para salvar el pellejo y no seguir metiendo más la pata en el lodazal… si callarse es mentir, ya no me interesa averiguar de qué lado estoy, porque entonces soy igual al resto...

...


Esto lo escribí hace tiempo ya, y de todo aquello queda nada, excepto por una rosa desecada, los recuerdos cubriéndose de polvo en mi mente, las cicatrices del corazón cada día más borrosas... hoy, finalmente soy capaz con convicción, de decir: “lecciones aprendidas, culpas transformadas en sinceras disculpas”

sábado, 21 de julio de 2007

La cabeza en las nubes, los pies en la tierra

Hoy me di cuenta de que aun sin vivir demasiado, he logrado pocas cosas verdaderamente significativas en mi vida, y si ahora las perdiera, me quedaría con nada que le dé valor a mi existencia, sin ellas no tendría fe y hasta las esperanzas estarían de sobra.

Me di cuenta de que vivo bajo un constante temor, no lo descubrí hasta hoy, y es simplemente un horrible miedo a equivocarme. Es bastante paradójico, mi vida ha estado constantemente marcada por elecciones desafortunadas y tropiezos, algunos de los cuales no me siento orgullosa. A ratos he sentido miedo de arruinarlo todo, pero la base es siempre la que acabo de describir, y ese miedo constante al error es el que terminará por arruinar todas las cosas, a fin de cuentas.

Trato vanamente de encontrarle un sentido a las cosas que hago, a dejar de sentir que todo lo que realizo es por el deber de terminarlo, porque tengo que realizarlo. Me he dado cuenta que en mi vida muy pocas cosas han estado marcadas por la pasión, es una sensación que he sentido muy pocas veces. Siempre tuve muy arraigado el sentido del deber y la responsabilidad, todos los compromisos deben ser finiquitados, todas las promesas inquebrantables, todas las responsabilidades aceptadas, todos los deberes cumplidos. Nunca me pregunté el por qué, y hasta ahí todo estaba bien, me declaraba una niña feliz y con mucha suerte de levantarme a enfrentar un nuevo día, cada mañana. Pero de algún lado nacieron las dudas, las preguntas incontestables (aún debo averiguar desde dónde y en qué momento), cuándo dejé de tener paz, cuándo todos los cimientos de mis estructuras mentales y valóricas se mostraron endebles e hicieron que esta débil construcción de lo que soy tambaleara.

En este caso no sé de qué sirve tener algo de experiencia, para qué es útil haberse equivocado, haber aprendido ciertas cosas, será que tengo que darle alguna aplicación a todo esto? Y no sé si realmente alguna lección he aprendido, si todo aquello ha puesto ataduras a mi corazón, han ocultado su fuego interior, sin dejar que el calor se perciba fuera de este cuerpo. De qué ha sido útil si en vez de haberme hecho más madura y consciente, sólo me ha llenado de incertidumbre, de inseguridad en mí misma; cuál es la lección que debo aprender a fin de cuentas? Aprender a quererme y aceptarme aunque a veces no me soporte? Abrirme y dejar que todos miren mi interior, aunque no les guste lo que vean, aunque me arriesgue a que me hieran? A lanzarme como en un precipicio, hacia algo incierto, pero que puede ser mejor, en vez de quedarme en la seguridad del borde pero sin saberlo nunca?

Entiendo que todas las respuestas están en mí, y aun sintiéndome tan pequeña, me está costando trabajo hallarlas. Me gustaría que muchas cosas no fueran como lo son, pero al menos ha servido para ir asimilando de a poquito lo que no se puede cambiar y simplemente aceptarlo y resignarse a ello, y diferenciarlas de aquellas cosas por las cuales debo pelear aunque se vean lejanas e inalcanzables, pero que de una u otra manera son posibles y de algún lugar dentro de mí debo sacar el valor para conseguirlas. Debo aceptar que si esta “experiencia” adquirida me ha distanciado de ciertas personas a quien me gustaría entregarles parte de mí, es porque no son capaces de comprenderlo, o sencillamente no se lo merecen, que debo preocuparme por aquéllas que sí están cerca y pueden aceptarlo sin juzgarme.

Y la conclusión de todo esto todavía no la tengo, será un capítulo por escribir. Supongo que sigo en preparación, aún soy una aprendiz que nunca terminará de serlo, ya que no puedo ver las consecuencias de lo que no escojo, sino sólo aceptar lo que resulte de lo que sí y jugar mis cartas con todo lo que tengo, aunque no sepa a ciencia cierta aún a cuánto alcanza eso… pero seguro que no es poco, sólo debo conocer la versatilidad de las herramientas que están en mi poder para construir.

domingo, 15 de julio de 2007

Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
Este nunca, no esconde un "ojalá",
Estas cenizas, no juegan con fuego,
Este ciego, no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
Esta letra no la protestaré,
Ahórrate el acuse de recibo.
Estas vísperas, son las de después.
A este ruido, tan huérfano de padre
No voy a permitirle que taladre
Un corazón, podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca,
Este loco se va con otra loca,
Estos ojos no lloran más por ti.





Nos sobran los motivos (Joaquín Sabina)

sábado, 23 de junio de 2007

Dónde estás?
Sólo quiero saber de ti…
Quiero verte aparecer, desde lejos, y sentir ese cosquilleo que nace en la boca de mi estómago, acelerando mis latidos
Que te acerques luego, y tener que luchar con estas ganas de robarte un beso
Quiero sentir tu mirada sobre mi cuerpo, tus palabras en mi oído, tus manos sobre mi piel
Anhelo el sabor de tus besos, cuando nadie nos ve
Ansío tenerte, cerca mío, alrededor mío, dentro mío
Y en definitiva, te deseoy aun sabiendo que esta es una batalla perdida de antemano, quiero darla, porque eso me basta
Me basta con, algunas veces por día, ser dueña de tus pensamientos
Me basta con que me digas todas aquellas cosas que avivan más aún mis ansias por ti
Me basta con sentirme deseada por ti
Me basta con que me digas
Que en tu mente siempre da vueltas el deseo de tenerme
Que todo tu ser no desea otra cosa que hacerlo realidad
Que me piensas a cada momento, que hasta te cuesta concentrarte
Que me necesitas
Y por todo esto, quiero saber de ti, ahora
Porque ya no resisto el sólo hecho de imaginarte
Pensarte y desearte, y tú ausente, pero supongo que así es como debe ser
Y me basta, al menos por ahora
Porque sé que no puedes regalarme más que momentos intensos, palabras ardientes, besos fugaces
(Y puedes entregarme lo que te pida, excepto tu corazón)
Y todo esto daría lo mismo si justo ahora surgieras de la nada, e hicieras realidad todo lo que por hoy son ensueños tan sólo…


jueves, 7 de junio de 2007


"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua".


Rayuela (Capitulo 7)

domingo, 13 de mayo de 2007

Un cromosoma de más

Hoy, paseando por la red he encontrado un video bastante curioso… llamó mucho mi atención encontrar a un “rapero con síndrome de Down”, como anunciaba la descripción de dicho clip. Pero más me sorprendió aún lo que encontré al leer los comments de aquél… porque al menos la mitad de lo que vi era rechazo, enojo, desprecio, sarcasmo, casi odio… y no entendí el porqué…


Y es que si no fuera por aquel ángel que llegó a mi (nuestras) vida(s), hay muchas cosas que no habría comprendido jamás… habría caminado por una calle cualquiera y al cruzarme con una persona (porque son personas, y no bichos raros) de ojos rasgados, nariz chata, mejillas abultadas, contextura robusta y la mirada inocente, habría fingido indiferencia para ocultar la curiosidad hacia aquel ser humano, aunque mis ojos me hubieran traicionado en ese momento por evitar el impulso poderoso de girar descaradamente la cabeza, vanamente intentando escudriñar el misterio que ese rostro y esa mirada encierran…

Pero la curiosidad no es más que un retoño de la ignorancia, y a fin de cuentas ¿qué puede ella tener de malo? Nada, en comparación a sus viles hermanos, que son los que antes nombré… porque la ignorancia es lo que engendra esos sentimientos e impulsos, por tratar de eliminar de la faz de la tierra aquello que desconocemos, y que por lo mismo nos molesta, tachándolo de aberración, anormalidad, locura… y es paradójico que siendo estos mismos especimenes bípedos que utilizan dichos términos, serían incapaces de entregarnos el significado de cada uno, y lo que ello encierra. Me pregunto si acaso conocerán el significado de palabras tan manoseadas como caridad, amor, responsabilidad, TOLERANCIA, cordura… mas yo misma he llegado a la conclusión de que éstas no son simples definiciones, sino que son ACCIONES, y que a lo largo de la vida tenemos o no la oportunidad de aprender a realizar, conforme a cómo deseamos vivir y lo que ella misma nos depara…

Porque podemos fingir indiferencia y seguir adelante, podemos esconder la cabeza bajo tierra y dejar que la vida pase a nuestro alrededor, podemos llevar una burbuja sobre nuestras espaldas para hacer uso de ella cuando algo nos parezca despreciable o sórdido, podemos callar pero delatarnos con una breve mirada de desdén… o podemos tomar estas Acciones de Vida como propias, y aprender a realizarlas.

Hoy, como pocas veces puedo hacer, he llevado a mi ángel sobre los hombros a la cama, y he esperado junto a él hasta que el sueño cerró los párpados de pestañas largas que cubren sus ojos almendrados. Y sólo en mi mente quise decirle tantas cosas, y que quizá remotamente entienda, pero también he aprendido que lo que no pueden las neuronas lo compensa el corazón.

Porque un cromosoma de más no quita ni niega el hecho de que hayas transformado nuestras vidas para bien, y se haya convertido en el mejor ejemplo de que podemos ir por la vida haciéndola de maestros, pero hasta tu llegada no comprendimos cuánto un ser como tú puede enseñarnos… tú, que tienes algo desconocido para mí, y cuyo enigma trato de revelar sin remedio y sin frutos cada vez que observo largamente tu rostro. Me gustaría tanto entregarte armas para que puedas salir a caminar más preparado por este planeta hostil, y con ellas puedas defenderte, pero a veces hasta yo me siento débil contra el mundo… ¿cómo es posible que consiga protegerte si yo me siento vulnerable?
Pero un cromosoma de más tampoco puede opacar el hecho de que tu sonrisa me haga olvidar todo después de un mal día, y que tu inocencia me enseñe cada día que hay cosas hermosas que se pierden debido a este “cerebro normal y cuerdo” con el cual nací, cosas como la espontaneidad, el humor, la bondad… porque tú no temes ponerte una cinta colgante en el pantalón a modo de cola, andar a cuatro patas y creerte un caballo, un gato regalón o un perro rabioso, y luego pases a diestro jinete o avezado equilibrista sobre mis espaldas, y un momento después tampoco te avergüence cantar a todo pulmón la canción favorita que justo pasan por radio en ese momento, aunque tengas lengua de trapo para hablar…
Por el mismo motivo que nosotros carecemos de ese cromosoma que tú tienes, tú careces de todas esas pasiones propias del humano tan aborrecibles… y por eso es que no entiendo por qué eres tú el que ha de ser aborrecible para todos estos seres (in)humanos… quisiera que tu risa fuera capaz de iluminarles el día, así como a mí… mas qué oscuridad tan inescrutable ha de envolver la existencia de todos esos entes carentes de espíritu, que tú no podrías ser más que una luciérnaga errática en la noche de sus vidas, mientras que para mí, siendo mi vida como un invierno polar tienes el brillo y el calor de 10 soles…
Al menos puedo decir en defensa de ese cromosoma intruso que si no fuera por él, no habría aprendido que para amar hay que conocer, y conociéndote un poquito más cada día, es imposible para mí no amarte, porque tú eres la lección y el ejemplo viviente que voy incorporando en mi interior cada vez que me abrazas con tu cuerpecito pequeño o me miras con tu carita de luna. Y aunque yo me sienta débil, tú me des la fuerza y el valor para protegerte y así puedas hacer lo que tú quieras… incluso ser un rapero si se te antoja…


(...El video en cuestión...)


Artist: Laz-D

Title: Clean Up the Game

martes, 8 de mayo de 2007

Hoy...


Hoy te leí y tuve ganas…
Porque me gustaría decirte que eres especial para mí, pero no soy capaz…
Porque no sé qué piensas, y estoy tratando de descubrirte de a poco… pero me sería más fácil si pudiera tenerte frente a mí cada vez… escudriñar el verdor de tus ojos, y traducir ese idioma que tu cuerpo emplea y que deseo conocer, pero que estoy temiendo malinterpretar.
Hoy te leí y tuve ganas…
Tuve ganas de no leerte, sino verte, y de que no me escribas, sino me hables…
De que nademos juntos en una piscina tibia, como planeamos hoy hacer alguna vez, y que (im)probablemente haremos… de llevarte de la mano, y que ambos nos miremos deformados, y escuchar los ecos amplificados de los sonidos afuera, sintiéndonos ajenos y extasiados, y que en el breve instante que dure lo que nuestros resuellos tratemos de postergar en un abrazo el momento inexorable de tener que regresar y volver a ser entes terrenales…

martes, 1 de mayo de 2007

Comenzando...

Todo el mundo tiene la necesidad de tener su espacio propio. Todo el mundo tiene la necesidad de expresarse. Ambas cosas están relacionadas, pero es difícil a veces unirlas. Tenemos la necesidad de ser escuchados, pero aquello se limita con la indiferencia de nuestros potenciales oyentes (o lectores), además de un lugar para hacerlo. Hay veces en que no podemos ser nosotros mismos, no siempre porque nos importe lo que otros digan, pero como seres sociales debemos regirnos por ciertas reglas y cánones y, ¿por qué no decirlo? Hay muchas personas que esperan cosas predeterminadas de nosotros, y quienes sean distintos deben vivir al margen de la aceptación colectiva.

Los blogs… qué maravilloso invento, al igual que todo espacio gratuito de “emancipación” personal. Como dice el slogan de Fotolog “share your world with the world”. Sobre todo en el ciberespacio, donde estos espacios se conjugan con el anonimato que otorga la inmensidad de la red. Un amigo dice que es triste tener un blog, ya que piensa que ese ser está tan sólo que necesita de los cibernautas para tener compañía. Otro dice que los fotologs son un grito desesperado de “mírenme! Estoy aquí y necesito vuestra atención!”. Pero y por qué ambas cosas no han de ser válidas? Es que acaso no estamos todo el tiempo rodeados por cientos de seres humanos tan comunes y corrientes como uno mismo, pero por lo mismo estamos solos? Cómo compartir "nuestro mundo con el mundo" si los pares cercanos nos ignoran? No hay que coartar las posibilidades... en el otro lado del planeta puede existir alguien a quien le interese "nuestro mundo", y le gustaría conocerlo y compartir el suyo propio. El Internet hace esto posible.

Ustedes, como meros espectadores y caminantes de una carretera tan extensa y con tantos callejones y avenidas como es la red, quizá remotamente lleguen a este lugar. Así mismo podrá llamarles su atención o no, y los menos, querrán pasar de visita y dejar su huella en él. Pero al fin y al cabo, lo que yo busco es tener mi propio rincón en el mundo, no me importa si es real o virtual. Si quieren verme o no, es su opción. Pero este rincón será como yo: sin un estilo en particular, sin un tema central, a veces fome, otras veces chica-migraña, y las más pensarán al leerme (si lo hacen) que soy anticuada y retrógrada. Pero como mi edad recién está pasando la segunda década, es que mucha gente dice que me comporto como una “vieja chica”, ya que no gusto de las cosas que a los de mi edad les causa distracción o placer (salvo algunas). Y si todos ustedes pasan de largo, eso no impedirá seguir vaciando algunos litros de mi vida aquí, porque este sitio será mío y podré hacer con él lo que yo desee.

Mi nombre está resguardado para que me conozcan sin prejuicios –si tienen ganas de hacerlo- , pero tampoco haré grandes esfuerzos en conservar el anonimato. Así que aquí ya estamos… este es el blog de la vieja chica… así no más soy.